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Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina; si estás planeando visitar una de las múltiples playas que tiene México, toma nota de la siguiente información que reveló la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
En un reciente informe, la entidad gubernamental enlistó las playas más sucias, no aptas para el uso recreativo, para esta temporada vacacional.
Para el informe de Semana Santa 2025, como en cada periodo vacacional, Cofepris monitoreó la calidad del agua de mar de 289 paltas de uso recreativo, localizadas en 76 destinos turísticos de las 17 entidades federativas costeras del país.
El muestreo del análisis comprendió 2 mil 337 muestras en 393 puntos de muestreo; según los resultados, el 98 por ciento de las playas monitoreadas, es decir, 283 playas, cumplen con los estándares para uso recreativo.
Las playas más sucias de México para Semana Santa 2025
Según el informe de la Cofepris, seis playas analizadas excedieron los niveles aceptables de enterococos fecales/100 mL de agua, (por arriba de 200 NMP) de acuerdo con los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que significa que pueden ser riesgosas para la salud.
Las playas más sucias son:
- Playa Rosarito, Rosarito, Baja California
- Playa Rosarito I, Rosarito, Baja California
- Playa de Tijuana, Baja California
- Playa de Tijuana I, Baja California
- Playa Icacos, Acapulco, Guerrero
- Playa Sayulita, Bahía de Banderas, Nayarit
¿Qué son los enterococos fecales y qué tan peligrosos son?
Los enterococos identificados en las seis playas más sucias y contaminadas de México son bacterias que viven en el tracto intestinal humano, en el tracto genital femenino y el medio ambiente, señalan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
“Los enterococos no suelen considerarse perjudiciales para los humanos, pero su presencia en el medio ambiente puede indicar la presencia de otros agentes patógenos, como virus, bacterias y protozoos. Estos patógenos pueden enfermar a bañistas y a quienes utilizan ríos y arroyos para fines recreativos o consumen mariscos o pescado crudo”, explica la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
Otros efectos para la salud incluyen enfermedades de la piel, los ojos, los oídos y vías respiratorias, así como cólera y diarrea.
Las personas en riesgo son aquellas que han sido operadas, con dispositivos en sus cuerpos como catéteres y pacientes con sistemas inmunes debilitados.