Los restos del expresidente uruguayo eran velados el miércoles en un salón del edificio del Congreso adonde llegaron luego de un recorrido por Montevideo que fue seguido por miles de simpatizantes que se despidieron del exlíder izquierdista.

Mujica, quien gobernó entre 2010 y 2015 y alcanzó fama mundial por su austeridad, falleció el martes en su chacra en las afueras de la capital uruguaya a los 89 años debido a las complicaciones de un cáncer de esófago que le había sido diagnosticado hace un año.

Antes de que se abrieran al público las puertas del Palacio Legislativo, algunos pocos invitados dieron su último adiós a Mujica, entre ellos su viuda, la exsenadora y exvicepresidenta Lucía Topolansky, quien abandonó el recinto muy emocionada y sin hablar con la prensa.

Igualmente presentaron sus condolencias el expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y su hijo Luis Lacalle Pou, gobernante de Uruguay entre 2020 y el pasado marzo —ambos adversarios históricos de Mujica en el espectro político—.

“Tuvimos muchas discrepancias, pero en la vida siempre es mejor quedarse en lo bueno”, dijo a periodistas Lacalle Pou, quien agregó que la muerte de Mujica es algo “removedor para el país”.

El féretro con el cuerpo de Mujica, cerrado y envuelto en la bandera uruguaya fue posicionado en el centro del Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento.

Pancartas, coronas de flores y fotografías del exmandatario adornaban el césped de la entrada al palacio mientras en varias paredes de la ciudad aparecieron pintadas con la leyenda “Hasta siempre, Pepe”. En el interior del histórico edificio, decenas de guirnaldas de diferentes colores lucían los mensajes de nostalgia y agradecimiento al expresidente.

El velatorio de Mujica permanecerá abierto al público hasta la medianoche del miércoles y se reanudará en las primeras horas del jueves, cuando varios líderes regionales tienen previsto aterrizar en la capital uruguaya para despedirse de uno de los principales referentes de la izquierda latinoamericana moderna.

Entre ellos figuran el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Chile, Gabriel Boric, informó la presidencia de Uruguay.

El funeral de Estado comenzó en la mañana con un desfile del cortejo fúnebre por Montevideo que estuvo integrado por el presidente uruguayo Yamandú Orsi, heredero político y un cercano allegado de Mujica, y ministros de su gabinete. También estuvo presente Topolansky.

“Pepe, querido, el pueblo está contigo”, gritaba la multitud al paso del cortejo fúnebre.

Desde las primeras horas de la mañana centenares de simpatizantes se aglomeraron en las calles cortadas de la ciudad para dar su último adiós al referente de la política uruguaya.

“Fue una persona que ha dedicado su vida al pueblo, más allá de tendencias políticas”, dijo a The Associated Press la enfermera Estela Piriz, de 69 años. “Es como perder a un familiar, Pepe fue algo más que un político, es alguien de la familia para muchos”.

Hasta el viernes Uruguay estará en duelo nacional, por lo que la bandera permanecerá a media asta en todos los edificios públicos en tributo a la “filosofía humanista” que marcó la trayectoria de Mujica, según un decreto publicado por la presidencia.

“José Mujica abogó por los más humildes y militó contra el individualismo extremo, exponiendo consistentemente una perspectiva gregaria, encarnada en una filosofía humanista que exaltó la vida de la persona en comunidad”, indicó el documento.

Nacido el 20 de mayo de 1935, Mujica había sido diagnosticado a fines de abril de 2024 de un cáncer en el esófago y desde entonces fue hospitalizado varias veces. En enero anunció que la enfermedad había avanzado y que ya no se sometería a nuevos tratamientos tras varios meses de radioterapia que le provocaron además complicaciones para alimentarse e hidratarse.

Los cinco años de gobierno de Mujica —un exguerrillero que alcanzó proyección internacional por su estilo relajado y campechano— estuvieron marcados por una amplia agenda social, que permanece como su gran legado hasta la actualidad y que incluye la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, la legalización del aborto y la creación del primer mercado nacional para la marihuana legal.

Además de presidente Mujica ejerció como diputado y senador y permaneció como una de las figuras políticas más relevantes de Uruguay, un país con sólo 3,3 millones de habitantes.

En los comicios presidenciales del pasado octubre y noviembre jugó un papel fundamental en el proceso electoral que le devolvió el poder a la izquierda con la elección de Orsi.

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